El 30 de mayo, en la cumbre sudamericana en Brasil, el Perú fue la única de las 12 repúblicas del continente que no fue representada por su presidente.
La fragilidad de Dina es mayor que la de una gelatina. Como ella no puede ausentarse del país, envió a su mandamás, el primer ministro Alberto Otárola, quien terminó como la figura más maltratada por todos en dicha cumbre.
Muchos medios han resaltado que el presidente centroizquierdista de Chile (Gabriel Boric) o el derechista del Uruguay (Luis Lacalle) hubiesen cuestionado la presencia de su homólogo venezolano Nicolás Maduro. Empero, este último asistió por primera vez en muchos años y estuvo en la foto final formando parte de la cadena humana donde todos los 12 representantes (menos Otárola) estuvieron de la mano.
A Otárola se le colocó en el extremo derecho de dicha foto, pero desconcertado de dicha cadena y sin que nadie quisiese tocar su mano. El único presidente que estaba a su lado, Lacalle, al despedirse, ni siquiera le dio un chau. Con su mano, en vez de extendérsela al represor peruano, la empleó para arreglarse su pelo. Lacalle le ignoró como quien no quiere mirar a un ebrio en la calle.
Los presidentes de Argentina y Brasil, las 2 mayores repúblicas en superficie de Latinoamérica (las cuales vienen impulsando una moneda regional), se dieron un efusivo abrazo. Cuando Alberto Fernández se dirigió hacia Lula, saludaba a otros mandatarios allí presentes, pero a Otárola no le dijo ni hola.
Esta cumbre es crucial, pues Brasil con Lula ha decidido revitalizar a la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), algo que quiso ser sepultada por su predecesor Jair Bolsonaro, por Donald Trump y por todos los ya fenecidos mandatarios derechistas de Chile, Bolivia, Argentina, Perú, Ecuador y Colombia. Mientras Maduro es apuntalado por Lula y sale de su aislamiento, el Perú deviene en el paria de la región.
Colombia y México no reconocen a Boluarte como presidenta. Bolivia ha sido injuriada por Dina, quien le acusó de armar las protestas y por el fujimorismo quien amenazó con invadirla. Brasil ya no exportará armas antidisturbios al Perú.
Isaac Bigio. Politólogo economista e historiador con grados y postgrados en la London School of Economics.
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