La mujer fue detenida después de que un tío de Youssef encontrara varias partes del cuerpo en un cubo en la casa familiar en Faqus, al norte de Egipto. La madre confesó a la Policía que se había comido parte de la cabeza de su hijo porque "quería que se quedara con ella para siempre". 

La Fiscalía, por su parte, intentó probar que Hassan había matado a su hijo porque temía perder la custodia del niño en favor de su exmarido.

Sin embargo, el tribunal ordenó una evaluación más detallada de su estado mental, y concluyó que la madre estaba "delirando" y tenía creencias de que sus familiares estaban usando brujería contra su hijo. El informe confirmó que la mujer sufría de problemas de percepción y juicio y no apreciaba la seriedad de sus acciones.