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Carabayllo: Conoce las claves del colegio que logró 58 cachimbos en San Marcos y la UNI

Tres promociones del colegio Juan Pablo Peregrino en Carabayllo alcanzaron una vacante con altos puntajes.

Carabayllo.- Un total de 58 escolares de un mismo colegio ingresaron con altos puntajes a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) tras superar con éxito los exámenes de admisión realizados este mes de diciembre. Conoce en esta nota su particular método de estudio.

Este hito en el ámbito educativo fue protagonizado por estudiantes del quinto año de secundaria del colegio Juan Pablo Peregrino, de Carabayllo, en Lima norte, quienes no solo alcanzaron la ansiada vacante en dos de las universidades más prestigiosas del país, sino que obtuvieron puestos destacables entre los miles de postulantes.

Entre esos alumnos brillantes figuran Fernando Carey Gonzales, Rafael Ricaldi Taydapan, Johny Tarazona Ascencios, Ballack Quintanilla Huamanraime y Ángel Quintanilla Ydrogo, quienes ocuparon el primer lugar en las carreras de Gestión Tributaria, Ingeniería Civil, Nutrición, Laboratorio Clínico y Toxicología, respectivamente, en el proceso de admisión 2024-I de la UNMSM.

En total, dos promociones (44 estudiantes) de esta institución educativa de Lima Norte lograron ingresar a la Decana de América tras vencer a más de 20,000 postulantes que rindieron el examen el 2, 3, 9 y 10 de diciembre.

En el caso de la Universidad Nacional de Ingeniería, el concurso de admisión fue en la modalidad Ingreso Escolar Nacional (IEN) y se realizó el domingo 3 de diciembre. Esta casa de estudios ofrecía 152 vacantes, de las cuales 14 fueron ganadas por los jóvenes del colegio Juan Pablo Peregrino, es decir la totalidad del salón UNI. Se destaca la participación de Johny Tarazona (16 años), primer puesto en la carrera de Ingeniería Mecánica y el quinto puesto del cómputo general.

¿Cómo fue su método de estudio?

No es la primera vez que promociones del colegio Juan Pablo Peregrino ingresan a las más importantes universidades del país. Desde el 2017, la institución educativa ha logrado el ingreso de aulas completas a la Decana de América, UNI y la Universidad del Callao.

Para alcanzar esta meta, los docentes utilizan el método peregrino, un sistema de educación integral que busca reforzar el alto nivel académico de los estudiantes con diversos talleres que velan por su desarrollo psicológico y emocional.

De acuerdo con Paolo Somocurcio Flores, tutor y coordinador del área de matemáticas, gracias a estos talleres, que se implementan a través de la lectura, el deporte y las ciencias, los escolares mejoran poco a poco sus habilidades socioemocionales, lo que les permite enfrentar con mayor facilidad un examen de admisión.

Que ellos se sientan seguros, confiados, para que su desenvolvimiento sea el más óptimo posible, es un factor fundamental. La exigencia tanto en la UNI como en San Marcos es ardua, por lo que nuestros alumnos tienen que estar en un alto nivel, académicamente hablando, pero a la vez tienen que tener seguridad, esa fortaleza que, como adolescentes, muchas veces puede desviarse por otros factores”, comentó a la Agencia Andina.

Todos los días, previo al inicio de las clases, se lleva a cabo una actividad crucial: la sesión de tutoría, que se desarrolla de 7:20 a 7:50 a.m. En este periodo, se abordan diferentes temas relacionados con la etapa de la adolescencia, tales como la sexualidad, la prevención de la drogadicción, el bullying y la construcción de la autoestima, entre otros aspectos que contribuyen al fortalecimiento de los valores y la formación integral.

¿Cómo es su horario de clases?

A partir del cuarto año de secundaria, los estudiantes se dividen en dos grupos: San Marcos o UNI. De acuerdo a la universidad a la que postulan, recibirán una enseñanza más especializada en los cursos de letras o matemáticas.

La exigencia académica es fuerte y, pese a ello, los alumnos se han logrado adaptar al doble horario de estudios que va desde las 8 a.m. hasta las 2 p.m. y luego de 3:30 a 6:30 p.m. Siempre de lunes a viernes. Los sábados las clases son normales de 8 a.m. a 2 p.m.

Sin embargo, faltando dos o tres semanas para el examen de admisión, las clases de refuerzo se pueden extender hasta las 8 p.m. si los estudiantes lo requieren.

“Por ejemplo, en el caso del aula UNI, se trabaja, a veces, los domingos. Se les genera algunos seminarios, básicamente de los cursos de física o química, donde el temario es bien extenso y complejo. De lunes a sábado a veces no alcanza. Tenemos nuestra propia estrategia. Estos son los secretos del método peregrino”, agregó Somocurcio.

La exigencia en días previos al examen de admisión puede ser muy intensa. Los alumnos pueden llegar a estudiar hasta 10 horas y media al día, sin contar las clases extra de los fines de semana. Este horario incluye también actividades deportivas y artísticas.

Aprender enseñando

Ballack Quintanilla Huamantaime, con tan solo 16 años, no superó uno, sino los dos exámenes de admisión más temidos del país. El ahora cachimbo logró ingresar a la carrera de Ingeniería de Sistemas en la UNI, así como a la especialidad de Laboratorio Clínico y Anatomía Patológica en la UNMSM, obteniendo el primer lugar en la prueba de la Decana de América.

Además de sus clases regulares, Ballack resaltó el apoyo de sus compañeros como un factor de su éxito. Enseñar a otros, ya sea a través de plataformas online o de manera presencial, lo ayudó a seguir repasando los temas.

Aquí todos son solidarios, todos nos apoyamos. Cuando ya se acercaba el examen de admisión, por ejemplo, hablábamos por Whatsapp y decidíamos qué día reunirnos por Zoom, coordinamos 7 u 8 de la noche y nos poníamos a resolver los ejercicios, ver en qué teníamos dificultades o qué le faltaba a cada uno”, anotó.

Ballack ha tomado la decisión de hacer sus estudios universitarios en la UNI, pero una vez terminada su carrera, sueña con continuar con la carrera de Administración en San Marcos y formar una gran empresa junto a sus amigos del colegio, quienes siempre lo apoyaron en este proceso.

¿Qué hacer un día antes del examen de admisión?

Creo que casi todo mi día lo dedicaba al estudio. A veces les decía a mis papás que estaba cansada, pero ellos siempre trataban de animarme., Lo mismo pasaba con mis profesores, que me decían que esto es solo un momento y al final, cuando ingresemos, vamos a sentir un gran alivio. Y así fue”, comentó Ayleen Lozano Zender, cachimba sanmarquina de Medicina Veterinaria.

La adolescente de 17 años señaló que es normal sentir nervios, ansiedad o miedo un día antes de enfrentar el examen de admisión, y más si es tu primera vez postulando. Ante esta situación, aconsejó alejarse de los libros, despejar tu mente haciendo algo que te guste, salir con tus amigos o solo descansar en casa.

Recomiendo que un día antes sueltes todo (los libros), salgas, te relajes, haz algo que te guste hacer, y el mismo día del examen, igual, evita pensar en qué podrías fallar. Hay que tener mente positiva, que voy a ingresar, y podré dar mi examen tranquila”, comentó.

Otra compañera que compartió este consejo fue Leysi Díaz Pérez (16), quien alcanzó una vacante en su primer intento en la carrera de Ingeniería Mecánica de Fluidos en el último examen de admisión a la Decana de América.

Aparte del colegio, en mi casa también repasaba hasta que me quedaba dormida, todos los días. Cuando ya faltaba poco para el examen, mi método de estudio se intensificó, me quedaba más de amanecida, excepto el último día (...) Como era la primera vez que postulaba a San marcos, estaba con nervios, pero normal fui. Una vez terminó el examen, ya estaba más relajada y al ver los resultados me puse feliz”, agregó.

El caso de Johny Tarazona Ascencios

Sus profesores y amigos describen a Johny como alguien risueño, amable, inteligente y una persona que, a pesar de los desafíos que su propio cuerpo le demanda, siempre mantiene un espíritu inquebrantable, lo que le ha permitido ingresar con éxito tanto a la UNI (Ingeniería Mecánica) como a San Marcos (Nutrición).

A los tres meses de nacido, Jhony fue diagnosticado con glaucoma, enfermedad que le ocasionó la pérdida de visión en su ojo derecho. Desde ese momento, ha tenido que pasar por múltiples operaciones que han limitado su tiempo en la escuela. A pesar de ello, siempre ha ocupado los primeros lugares.

Actualmente, el joven de 16 años tiene una visión del 30 % en el ojo izquierdo, el cual funciona gracias a una válvula. Para continuar sus estudios de manera satisfactoria tiene que usar lupas especiales. “Aún así, me siento muy bien con mis compañeros, son muy solidarios y los profesores también me apoyan en lo que necesito. Nunca me he sentido discriminado”, añadió.

Ahora que iniciará su vida universitaria, el joven talento tiene metas muy claras: graduarse como ingeniero, estudiar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en los Estados Unidos y trabajar en la NASA.

Para aquellas personas que presentan alguna discapacidad o luchan día a día contra una enfermedad y desean postular a la universidad, les dio este consejo: “Que no se rindan, que sigan luchando. Esto (la discapacidad) no es una imposibilidad, quizá se les puede hacer más difícil, pero siempre, si seguimos con esfuerzo, vamos a poder lograr nuestros objetivos y las metas que nos proponemos”.

Lamentablemente, la enfermedad de Jhony es degenerativa y seguirá avanzando con el paso de los años, por esta razón su madre, Ana María Ascencios Gutiérrez, espera tomar contacto con expertos que puedan ayudarlo en el tratamiento de  su glaucoma y asegurar así la conquista de todos sus sueños. Para cualquier tipo de ayuda, puede comunicarse al siguiente número 940256017.

Fuente: Andina


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