Protesta sin acuerdo
Estudiantes de Humanidades mantienen toma tras frustrado diálogo con autoridades
Alumnos exigen matrícula regularizada mientras diálogo con directora permanece estancado desde anoche sin soluciones.
Continúa protesta en la UNFV: diálogo sin acuerdos, tensión en aumento
Lima.- La Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) permanece en crisis. La protesta estudiantil iniciada por los alumnos de la Facultad de Humanidades no muestra señales de ceder. El domingo 22 de junio, la esperada mesa de diálogo entre representantes estudiantiles y autoridades universitarias terminó sin avances ni consensos. A pesar de la participación de directores de escuela, personal administrativo y la Defensoría del Pueblo, no se alcanzó ningún acuerdo, intensificando el descontento.
Desde la noche del jueves 19, los estudiantes mantienen tomada la sede principal de la UNFV, ubicada en el Centro de Lima. Su demanda central: la inmediata regularización de las matrículas académicas, proceso que, denuncian, se encuentra paralizado desde 2023. A la fecha, miles de alumnos no han podido formalizar su inscripción para el actual ciclo académico.
“Hoy hubo un intento de diálogo a las 10 de la mañana. Estuvieron presentes varios directores y administrativos, pero nada concreto se resolvió”, comentó uno de los voceros estudiantiles durante un plantón frente a la sede central.
Los estudiantes alertaron sobre posibles medidas represivas. La Policía Nacional podría ingresar en cualquier momento al campus para desalojar a quienes permanecen al interior desde el jueves. A ello se suma el temor por la posible presencia de personas externas vinculadas a grupos políticos, según declaraciones estudiantiles. “Nos han dicho que podrían traer gente afín a ciertos partidos con influencia en la universidad. No permitiremos que eso suceda”, advirtieron.
Uno de los reclamos más críticos es la falta de digitalización del sistema de matrícula. “En pleno 2025, seguimos matriculándonos a mano. No tenemos una plataforma digital. Es indignante”, señaló un estudiante. Esta deficiencia administrativa ha generado una cadena de retrasos que afecta tanto el acceso a cursos como la emisión de constancias y trámites básicos.
Como respuesta a la crisis, la universidad anunció mediante un comunicado oficial en sus redes sociales que las clases se mantendrán en modalidad remota hasta el domingo 22, como medida temporal mientras se buscan soluciones. Sin embargo, los alumnos insisten en que esta disposición no resuelve el fondo del conflicto: el acceso real al sistema académico y la formalización de su situación educativa.
Hasta el momento, no se ha anunciado una nueva fecha para reanudar el diálogo. El ambiente dentro y fuera del campus continúa tenso, con vigilias estudiantiles y presencia constante de familiares y docentes solidarios.
La comunidad universitaria exige que se restablezca la institucionalidad, se modernice el sistema educativo interno y se respeten los derechos de miles de estudiantes que solo quieren estudiar sin ser víctimas de negligencia administrativa.
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