Ataque extorsivo con bomba
San Juan de Lurigancho sufre nuevo ataque con explosivos
Negocios fueron atacados tras negarse a pagar cupos extorsivos.

San Juan de lurigancho.- La madrugada del martes 29 de julio, un nuevo atentado con explosivos sacudió el distrito de San Juan de Lurigancho (SJL), en Lima.
Según reportes de la Policía Nacional del Perú (PNP), un grupo de delincuentes detonó un artefacto explosivo en el frontis de dos negocios ubicados en la cuadra 34 de la avenida Próceres de la Independencia, urbanización Los Pinos, una de las zonas comerciales más transitadas del distrito.
Los locales afectados fueron un taller de aire acondicionado y una tienda de repuestos. El estallido causó serios daños materiales, especialmente en las fachadas y ventanas de los establecimientos, así como en pisos superiores.
Afortunadamente, no se reportaron víctimas, pero el estruendo causó pánico entre los vecinos, quienes relataron haber sentido que sus viviendas temblaban.
Agentes de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) llegaron al lugar para realizar el peritaje correspondiente. Los expertos identificaron fragmentos de mecha y partes metálicas propias de un artefacto de fabricación casera. La hipótesis más fuerte, según las autoridades, apunta a un nuevo caso de extorsión: los propietarios de los locales habrían recibido amenazas previas con exigencias económicas, una modalidad criminal que se ha intensificado en este distrito limeño.
Este atentado no es un hecho aislado. En lo que va del año, San Juan de Lurigancho ha sido escenario de una creciente ola de extorsiones, ataques con explosivos y sicariato, a pesar de los operativos policiales y la declaratoria de estado de emergencia que rige desde 2023 en algunos sectores.
La modalidad es recurrente: bandas criminales exigen pagos de "cupo" o "protección", y ante la negativa, colocan explosivos como método de intimidación. Según fuentes policiales, esta práctica está siendo utilizada sistemáticamente por organizaciones delictivas locales y extranjeras que operan en el país.
En meses recientes, se han registrado casos similares en negocios de venta de autos, restaurantes, boticas y viviendas particulares.
Uno de los episodios más recordados ocurrió en mayo de este año, cuando un explosivo fue detonado en una vivienda de la zona de Mariátegui, también en SJL. Las autoridades confirmaron que la víctima era un empresario que había denunciado amenazas previas.
Ante esta situación, la Policía Nacional ha intensificado los patrullajes y operativos en puntos críticos del distrito. Además, se ha puesto en marcha la Brigada Especial contra el Crimen (BRECC), una unidad de élite destinada a enfrentar delitos de alto impacto como la extorsión, el sicariato y el tráfico de armas.
Los vecinos exigen mayor presencia policial y resultados concretos. Algunos relatan vivir con miedo constante, evitando actividades nocturnas y tomando medidas de seguridad propias para proteger sus negocios y hogares. “Aquí no hay paz, vivimos con el corazón en la mano”, comentó una comerciante de la zona afectada.
Mientras tanto, la División de Investigación de Extorsiones de la PNP ya ha iniciado las investigaciones, recogiendo videos de cámaras de seguridad y tomando declaraciones a los propietarios. No se descarta que los responsables pertenezcan a bandas ya identificadas en el distrito.
Este nuevo atentado evidencia que el flagelo de la extorsión sigue afectando a miles de familias peruanas, especialmente en zonas populares como San Juan de Lurigancho, donde la delincuencia organizada se ha arraigado peligrosamente.
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