Mano recuperada
Paciente de 66 años recupera funcionalidad tras autotrasplante de dedo del pie a mano
Cirugía microquirúrgica en Almenara duró seis horas; funcionalidad del pie no se compromete

Fuente: Andina
Lima, -Vladimir Arias, un asegurado de 66 años del Seguro Social de Salud (EsSalud), ha vuelto a recuperar funciones de su mano gracias a una intervención quirúrgica de alta complejidad: se le trasplantó el segundo dedo del pie a la mano para reemplazar el pulgar amputado en un accidente. La operación fue realizada en el Hospital Guillermo Almenara, donde un equipo especializado de seis cirujanos del Servicio de Cirugía de Mano y Microcirugía logró devolverle movimientos clave al paciente.
El accidente ocurrió cuando Arias manipulaba una amoladora, herramienta eléctrica que se utiliza para cortar, lijar o pulir materiales diversos. En ese evento desafortunado, perdió el pulgar de la mano, lo que le generó preocupación tanto funcional como personal: sin dicho dedo, muchas actividades cotidianas quedaban comprometidas.
Luego de múltiples evaluaciones —tanto físicas como psicológicas— los médicos optaron por la cirugía de autotrasplante. Bajo técnicas de microcirugía y con asistencia de microscopio, un procedimiento extremadamente delicado, se trasplantó el segundo dedo del pie a la mano con el fin de que Vladimir recupere la capacidad de agarre, de precisión en movimientos finos y la posibilidad de realizar tareas cotidianas que implican el uso del pulgar.
La intervención duró más de seis horas. Durante todo ese tiempo, los cirujanos tuvieron que reconectar arterias, venas, nervios y estructuras pequeñas (como tendones) para lograr que el dedo trasplantado logre integrarse funcionalmente. Según el doctor Rolando Quispe, especialista en cirugía de mano, fue fundamental una planificación minuciosa, asegurar la vascularización, la correcta orientación anatómica del injerto y el manejo postoperatorio riguroso, incluidos cuidados de rehabilitación.
Una de las grandes preocupaciones del paciente y del equipo médico fue si la función del pie —de donde se extrajo el dedo trasplantado— se vería afectada. Los especialistas aseguraron que no se comprometerá la movilidad ni las actividades del pie; Vladimir podrá caminar, correr o incluso realizar actividades deportivas como jugar fútbol sin dificultades. La pérdida de ese dedo, según los médicos, no impide la funcionalidad plena de la extremidad inferior.
Para Vladimir, la operación ha significado una nueva oportunidad. Él expresó su agradecimiento al equipo médico, y afirmó que “el esfuerzo ha valido la pena”. Ahora se prepara para reintegrarse plenamente tanto en sus labores administrativas como en sus actividades personales, con mayor autonomía y calidad de vida.
El presidente ejecutivo de EsSalud, Segundo Acho Mego, resaltó este tipo de intervenciones como evidencia de la capacidad técnica del organismo para realizar procedimientos sofisticados. Subrayó que esta proeza médica forma parte del aumento de la producción asistencial que impulsa la institución.
Esta cirugía de autotrasplante que reemplaza un pulgar perdido tiene implicaciones importantes: representa una solución reconstructiva avanzada que restituye funciones esenciales como agarre, oposición del pulgar y precisión manual. También refuerza la idea de que la mano —órgano crucial para la vida diaria— puede recuperarse en muchos casos mediante técnicas modernas, incluso cuando la pérdida es parcial o grave.
Fuente: Andina
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