Seguridad y cooperación internacional
Congreso aprueba ingreso de militares estadounidenses armados al Perú en 2026
Fuerzas especiales estadounidenses actuarán junto a unidades tácticas peruanas coordinadas.

Lima.- El Congreso de la República aprobó el ingreso de personal militar de Estados Unidos al Perú desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2026. La votación obtuvo 73 votos a favor, 25 en contra y 2 abstenciones.
Esta autorización incluye el ingreso de tropas estadounidenses armadas con equipo bélico, quienes desarrollarán entrenamiento y cooperación con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú. La presencia será rotativa cada 3 a 6 meses en diversas regiones del país.
Entre las zonas programadas se encuentran Lima, Callao, Loreto, San Martín, Huánuco, Ucayali, Pasco, Junín, Cusco, Ayacucho, Iquitos, Pucusana, Puerto Maldonado y Apurímac, priorizando zonas de riesgo por narcotráfico y crimen organizado.
El Congreso señaló que esta autorización se encuentra dentro del marco legal para el ingreso temporal de personal militar extranjero, y no contempla la instalación de bases militares permanentes en territorio peruano.
La cooperación militar con Estados Unidos no es un hecho aislado. En 2024, el Congreso ya aprobó una autorización similar durante el evento APEC, y previamente se aplicaron medidas temporales con fines de entrenamiento y apoyo estratégico.
Aunque el oficialismo y otros grupos consideran que este acuerdo refuerza la seguridad del Estado ante amenazas como terrorismo, narcotráfico y crimen transnacional, sectores de oposición advierten riesgos a la soberanía nacional por la permanencia prolongada de tropas extranjeras armadas.
Legisladores críticos exigen mayores mecanismos de fiscalización, transparencia sobre operativos tácticos y detalles sobre el armamento que portarán los militares de EE.UU. durante su estancia.
Organizaciones sociales también han pedido que se asegure el respeto de derechos humanos, autonomía nacional y protocolos estrictos de control militar en territorio peruano.
El Gobierno y el Congreso sostienen que esta cooperación internacional permitirá mejorar la capacidad operativa de las fuerzas peruanas en la lucha contra el crimen organizado y amenazas internas.
Sin embargo, el debate social revela un desafío: equilibrar seguridad y soberanía, garantizando que la presencia armada extranjera permanezca bajo supervisión del Estado peruano.
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