Adiós actor noventero

Peter Greene fallece a los 60 años en Nueva York

Policía lo halló inconsciente; su representante confirmó deceso y esperan autopsia, sin indicios criminales.

Fuente Fotográfica: Internet

New York.- El cine perdió a uno de esos rostros que, sin necesidad de encabezar afiches, se quedaban grabados en la memoria. Peter Greene, actor estadounidense recordado por sus papeles en clásicos de los años 90 como Pulp Fiction y La máscara, murió a los 60 años en su vivienda en la ciudad de Nueva York, según confirmaron autoridades y su representante.

De acuerdo con lo reportado, la Policía lo encontró inconsciente un viernes en su domicilio y fue declarado muerto en el lugar. La investigación continúa en el plano forense: la causa del fallecimiento no fue informada de inmediato y será determinada por el médico forense. Las autoridades indicaron, además, que no había indicios de un acto ilícito en la escena.

La noticia fue ratificada por Gregg Edwards, manager de Greene durante años, quien confirmó el deceso en declaraciones recogidas por medios internacionales. En paralelo, el caso quedó sujeto a los procedimientos habituales: revisión del entorno, levantamiento de información y, sobre todo, el informe que definirá qué ocurrió en sus últimas horas.

Greene formó parte de una generación de actores de carácter, especialistas en sostener escenas desde el costado: intensos, expresivos, capaces de incomodar al espectador cuando el guion lo necesitaba. En Pulp Fiction (1994), dirigida por Quentin Tarantino, interpretó a Zed, un personaje asociado a una de las secuencias más perturbadoras del filme. Ese mismo año apareció en La máscara (The Mask), donde encarnó a Dorian Tyrell, el antagonista que se enfrenta al personaje de Jim Carrey y que terminó convertido en una referencia inevitable cuando se menciona esa película.

Quienes siguieron su trayectoria suelen describirlo como un intérprete hecho para el filo: villanos, tipos rudos, figuras inquietantes. Pero su carrera también tuvo espacio para papeles más complejos y reconocidos por la crítica. Entre ellos, destaca su trabajo en Clean, Shaven, donde interpretó a un hombre con esquizofrenia, un rol que según la prensa internacional recibió elogios por la crudeza y el riesgo interpretativo.

Su filmografía se extendió por distintos registros y épocas, con participaciones en títulos conocidos y producciones de perfil más discreto. No siempre fue el nombre más mencionado en una entrevista de alfombra roja, pero sí el tipo de actor al que el público reconoce al instante: “es él”, “sale en tal película”, “me acuerdo de esa escena”. En ese reconocimiento cotidiano, casi silencioso, se construye parte del legado de un actor de reparto.

En las últimas horas, el fallecimiento generó reacciones de pesar en medios y redes, con notas que recuperan tanto sus roles más icónicos como aspectos de su vida profesional. Por ahora, la información oficial se mantiene en lo esencial: el deceso ocurrió en Nueva York, la causa está pendiente y no se reporta sospecha criminal, a la espera de los resultados forenses.

Fuente: RPP


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