Furia congresal
Pedro Castillo insulta a Fernando Rospigliosi durante audiencia en Congreso
El expresidente calificó de “basura” al titular del Parlamento mientras se defendía.

Fuente: Composición LR
Lima. -Durante la sesión de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso de la República del Perú, el expresidente Pedro Castillo protagonizó un momento de fuerte tensión al referirse de forma ofensiva al presidente del Congreso, Fernando Rospigliosi. La palabra “esa basura de Rospigliosi” resonó en el salón, marcando un giro polémico en su exposición ante los parlamentarios.
Castillo, quien enfrenta una denuncia constitucional por presunta infracción a la Constitución tras los hechos del 7 de diciembre de 2022, intervino vía videoconferencia desde el penal de Barbadillo. En su defensa, cuestionó duramente la legitimidad del Congreso y afirmó estar “del lado correcto de la historia” y que estaba en contacto directo con “el pueblo”. Su actitud generó reacciones inmediatas dentro de la Subcomisión.
El momento álgido se produjo cuando Castillo aludió al presidente de la mesa congresal: “Hoy tienen a un presidente del Congreso como esa basura de Rospigliosi”, expresó, para inmediatamente desconectarse. La congresista Patricia Juárez exigió que se le requiera al exmandatario retirar la palabra ofensiva, calificándolo de “acto de cobardía” al escaparse de la sesión.
La figura de Fernando Rospigliosi ha sido centro de críticas y cuestionamientos en su rol parlamentario, pero el insulto de Castillo escaló el conflicto entre poderes del Estado. Según lo publicado, Castillo también amenazó con revelar “sobres guardados” de congresistas que supuestamente le pedían favores políticos, lo que añade una dimensión de chantaje al episodio.
Analistas políticos señalan que el incidente evidencia un nivel de polarización institucional grave: por un lado, la defensa de Castillo como “víctima” de un Congreso que lo vacó; por otro, una ofensiva hacia el parlamento que lo procesa. El insulto directo a la autoridad congresal refuerza la percepción de que el debate político no transcurre en el marco institucional habitual, sino en uno cargado de confrontación personal.
Para el Tribunal Constitucional, la fiscalía y otros órganos del Estado, el evento también representa un desafío a la institucionalidad: un expresidente en prisión lanzando agravios al titular del Congreso puede tensar aún más la crisis política y plantear riesgos para la gobernabilidad.
Desde la bancada de Fuerza Popular, la reacción fue rápida. Rospigliosi recibió respaldo y el insulto fue condenado públicamente. Mientras tanto, sectores de izquierda y seguidores de Castillo interpretan el episodio como un acto de denuncia contra lo que consideran una cámara que atropelló la democracia.
El desenlace del procedimiento contra Castillo podría verse afectado por este tipo de intervenciones agresivas: el informe final de la Subcomisión podría recomendar una inhabilitación de hasta 10 años, y el episodio sin duda alimenta el debate mediático y legislativo.
En definitiva, el episodio marca un punto de quiebre en la crisis política peruana: el expresidente lanza un insulto directo contra el Congreso, la autoridad parlamentaria responde institucionalmente, y la ciudadanía observa la escalada. Lo más inmediato será ver si el Congreso actúa ante la agresión verbal, cómo el sistema judicial valora el contexto político y si la tensión se traduce en consecuencias legales o disciplinarias para todas las partes involucradas.
Fuente: La República
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