Alta tensión
Chile decide este domingo su próximo presidente entre ultraderecha y comunismo
Las elecciones están marcadas por el auge del discurso de seguridad y el voto obligatorio juvenil.

Fuente: EFE
Chile. -Este domingo 16 de noviembre, más de 15,7 millones de chilenos están convocados a las urnas para elegir al sucesor del presidente saliente Gabriel Boric, en un proceso presidencial cargado de polarización y marcado por el ascenso de candidatos de ultraderecha.
Al centro de la contienda aparece la exministra de Trabajo y militante comunista, Jeannette Jara, quien lidera las encuestas con un promedio aproximado del 28,5 % de intención de voto. Su candidatura resulta histórica: es la primera vez que una figura abierta del Partido Comunista representa el progresismo en una elección presidencial seria. A pesar de sus orígenes ideológicos, Jara ha prometido renunciar a su militancia si llega a la presidencia, para enviar un mensaje de unidad.
Sin embargo, las miradas también están puestas en la derecha, particularmente en lo que se ha dado en llamar la “triada germánica”: tres candidatos con raíces ultraderechistas y ascendencia alemana que compiten fuertemente entre sí. Entre ellos sobresalen José Antonio Kast y Johannes Kaiser, quienes han puesto en el centro de su discurso la inseguridad ciudadana, la migración irregular y la reducción del tamaño del Estado.
Para el politólogo José Luis Pérez Guadalupe, citado por RPP, la ultraderecha ofrece una narrativa de “mano dura” que conecta con un electorado con temor al crimen y la inmigración. Mientras tanto, el investigador Noam Titelman advierte que el regreso del voto obligatorio, vigente en estas elecciones, podría favorecer a la derecha: se estima que hasta 4 millones de nuevos electores participen, muchos de ellos con visiones más tradicionales y conservadoras.
La inmigración ha sido uno de los pilares de la campaña de la derecha. Kast y Kaiser han propuesto medidas muy duras contra los migrantes irregulares, argumentando que su presencia está vinculada al aumento de la delincuencia. Para algunos expertos, estas ideas recuerdan estilos autoritarios y populistas vistos en otros países, con promesas como ampliar deportaciones y reducir servicios públicos para quienes no sean chilenos residentes legales.
Por su parte, Jeannette Jara se apoya en un discurso de diálogo y reconciliación, aunque su origen comunista genera desconfianza en parte del electorado más moderado. Además, un empate entre los ultraderechistas podría abrir la posibilidad de una segunda vuelta, prevista para el 14 de diciembre, si ningún candidato logra la mayoría absoluta.
El contexto no es solo ideológico. Chile vive una fuerte crisis de seguridad: el aumento de la delincuencia ha tensado el debate público, y la migración irregular ha sido usada por la ultraderecha como argumento central. Al mismo tiempo, la reintroducción del voto obligatorio introduce una variable nueva al panorama electoral, ya que muchos jóvenes y ciudadanos poco acostumbrados a votar podrían decidir el rumbo del país.
En este escenario, las elecciones de hoy pueden marcar un punto de inflexión para Chile. Si bien Jeannette Jara parte como favorita, la fractura entre los candidatos de ultraderecha podría definir quién avanza al balotaje o incluso quién da el gran paso hacia La Moneda. Además, el resultado pondrá a prueba el potencial real del discurso de seguridad duro y la capacidad de la izquierda para mantener su liderazgo ante el avance de la derecha.
Fuente: RPP
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