Problemas para algunos jugadores

Nuevo anti-trampas de League of Legends causa problemas, pero no es el culpable directo

Para los jugadores que encuentran dificultades, Riot recomienda explorar soluciones relacionadas con la configuración del BIOS y los tipos de partición de arranque

Los jugadores de League of Legends que experimentan problemas después de la reciente implementación del software anti-trampas Vanguard de Riot pueden respirar tranquilos: el bloqueo del hardware no es el culpable. Si bien reconoce las quejas de bloqueos, bucles de arranque e incluso PCs bloqueados, Riot sostiene que Vanguard en sí mismo no está causando estos problemas. Por el contrario, el culpable parece ser una combinación de configuraciones específicas del sistema y el requisito de seguridad TPM 2.0 para Windows 11.

Vanguard, una controvertida solución anti-trampas utilizada anteriormente en Valorant, se integró a League of Legends con el parche 14.9. Poco después, surgieron informes de jugadores que se encontraban con problemas graves después de la actualización. Riot, en una respuesta de Reddit, afirma que la implementación se realizó sin problemas para la mayoría de los jugadores, con menos del 0.03% informando problemas. Además, aclararon que las investigaciones sobre los informes de bloqueos no revelaron ningún vínculo directo con Vanguard.

El núcleo del problema parece estar relacionado con la forma en que TPM 2.0 interactúa con configuraciones específicas de BIOS en algunos sistemas. Si bien Microsoft inicialmente permitió a los usuarios omitir TPM 2.0 durante las actualizaciones de Windows 11, League of Legends ahora requiere que esté habilitado para jugar.

Este requisito está causando problemas a los jugadores que omitieron TPM 2.0 durante su actualización de Windows 11. Estos jugadores ahora deben habilitarlo en la configuración de su BIOS, que puede variar según el fabricante de la placa base. Es importante destacar que Riot enfatiza que Vanguard en sí mismo no puede y no modifica la configuración del BIOS.

Otro problema potencial proviene de la interacción entre TPM 2.0 y los tipos de particiones de arranque. Muchas placas base cambian automáticamente al modo UEFI cuando se habilita TPM 2.0. Sin embargo, si la instalación de Windows 11 de un usuario reside en una partición MBR (Master Boot Record), no arrancará en modo UEFI. La buena noticia es que Microsoft ofrece una herramienta gratuita para convertir discos MBR a GPT (GUID Partition Table), lo que a menudo resuelve este conflicto.

Secure Boot, una función de seguridad diseñada para evitar que se cargue software o firmware no autorizado, también contribuye a algunos problemas. Vanguard utiliza Secure Boot en Valorant, pero no en League of Legends debido a problemas de compatibilidad con PC más antiguas. Esto significa que pueden surgir problemas si un usuario habilita manualmente Secure Boot en su sistema, lo que podría provocar problemas de visualización si la ROM opcional de su GPU no está firmada correctamente.

Riot reconoce la complejidad técnica de estos problemas, particularmente para los usuarios no técnicos, y la posible frustración que implica solucionar problemas con la configuración del BIOS y las baterías CMOS. Si bien algunas de estas soluciones pueden parecer desalentadoras, Riot enfatiza la importancia de TPM 2.0 y su compromiso con medidas anti-trampas más estrictas. Citan la prevalencia de scripts y bots como una razón importante para implementar Vanguard, con el objetivo de crear una experiencia de juego más justa y gratificante.

Fuente: PC Games


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