Golpe narco en Piura
Cocaína del Vraem iba rumbo a Europa
Operativo policial halló más de 3.400 kilos ocultos en carga de banano para exportación.
Fuente Fotográfica: La República
Piura.- El caso que estalló esta semana en el norte del país ilustra con claridad cómo se mueve hoy el narcotráfico internacional a través del Perú. En Piura, un operativo de la Policía Nacional frustró el envío de más de 3.400 kilos de clorhidrato de cocaína, cargamento que había salido del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) y cuyo destino final eran puertos de Alemania, Países Bajos y Bélgica. La droga, según la estimación de las autoridades, está valorizada en 68 millones de dólares.
La investigación, a cargo de agentes de la Dirección Antidrogas (Dirandro) y del Departamento de Investigación de Delitos contra el Estado, no se armó de la noche a la mañana. Los policías llevaban ocho meses cruzando información con la DEA, siguiendo la pista de un cargamento que sería acopiado en un almacén de una empresa agroexportadora, en el centro poblado de Huangalá, provincia de Sullana.
La noche del operativo fue clave. En la carretera Sullana–La Tina–El Cucho, los agentes intervinieron el camión de placa APN-842, conducido por Frank Cristopher Cotos Gallo, de 39 años. Dentro del vehículo encontraron 3.037 “ladrillos” de cocaína, con distintos logotipos, que en total sumaban 3.407 kilos de droga. Cada paquete estaba listo para ser reacomodado y camuflado en la carga de exportación.
El plan de la organización estaba diseñado con precisión. Según las pesquisas, el clorhidrato de cocaína sería acondicionado en contenedores con banano, que debían salir por el puerto de Paita hacia Hamburgo (Alemania), luego Róterdam (Países Bajos) y finalmente Amberes (Bélgica). Es decir, una ruta completa hacia Europa, donde el valor del producto se multiplica.
La propia nota detalla cómo opera este negocio: mientras un kilo de cocaína en el Perú puede costar alrededor de 2.000 dólares, en Europa el mismo kilo puede llegar a 50.000 euros, es decir, unas 25 veces más. Con ese margen de ganancia, las mafias están dispuestas a invertir en estructuras logísticas complejas, empresas fachada y métodos de ocultamiento cada vez más sofisticados.
En este caso, la organización criminal identificada es la banda denominada “Los Algarrobos”, integrada —según las investigaciones preliminares— por peruanos, colombianos y europeos. Además del camión que llevaba la droga, la Policía incautó una miniván de placa CMU-310, S/ 2.520 en efectivo y dos teléfonos celulares, donde los agentes encontraron mensajes que refuerzan la hipótesis del esquema trasnacional.
La fachada elegida para este envío era una empresa agroexportadora de banano, con apenas un año de creación. La firma, a nombre de un empresario peruano, levantó sospechas por el tipo de operaciones que realizaba, lo que encendió las alertas de Dirandro y la DEA y permitió un seguimiento más fino de sus movimientos. Detrás de la aparente actividad legal, los investigadores describen la existencia de organizaciones “fantasma”, importaciones falsas y maniobras comerciales destinadas a encubrir la verdadera mercancía.
Fuente: Infobae
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